Tras
la lectura de este artículo nos damos cuenta de los muchos/as alumnos/as que fracasan
en la escuela y no sabemos el motivo. Siempre se ha culpado de que son los/as
alumnos/as quiénes no quieren aprender, por su incorrecto comportamiento y malas notas. Pero ante esto, debemos de
preguntarnos ¿de dónde proviene el
problema realmente?, ¿del alumnado, el
docente, la familia o el centro educativo?
Por ello es necesario indagar en lo que realmente
le sucede al alumno/a, para que no se pierdan las ganas de aprender y de
superarse a sí mismo/a; y objetivo principal, quieran ir a la escuela. Un buen
ejemplo es la madre que nos cuenta su experiencia en este artículo.
Esta madre nos muestra
la preocupación que tiene hacia su hijo por su bajo rendimiento escolar, ella confía en su hijo y
sabe que él quiere aprender pero hay algo que no le deja seguir hacia adelante,
por tanto que no le motiva. La madre hace todo lo que está en sus manos para
ayudar a su hijo pero no ve respuesta por parte del docente por lo que decide
cambiar de colegio a su hijo.
Después de esta
desesperación la madre encontró la solución, y el problema no era su hijo sino
el entorno. Y cuando se vio resuelto este problema el alumno recuperó sus ganas
de aprender, su motivación y deseaba que llegara el lunes para volver al
colegio.
Carta de una alumno a un profesor
Con esto quiero hacer hincapié
en la importancia que tienen los/as docentes en la educación de un/a alumno/a.
Por tanto el motivo del problema no es ni del centro ni del alumno sino del/a
profesor/a, de sus ganas, de su esfuerzo por ver como sus alumnos/as crecen y
aprenden. El docente debe estar preparado para encontrase con todo tipo de
alumnos/as y no puede pensar que esta allí simplemente para dar una lección que
se encuentra escrita en un libro.
Tampoco puede perder la esperanza (como
explica la madre del artículo) porque su alumno tenga un mal rendimiento, todo
lo contrario debe buscar la manera de hacer que ese alumno vuelva a las clases, motivarle y hacer que el
autoestima de ese alumno aumente y se sienta más seguro de sí mismo.
En conclusión el
aprendizaje en un/a alumno/a no es cosa de ellos/as sino de un conjunto; por un lado de estos estudiantes que tengan
ganas de aprender y explotar todas su potencialidades, por otro lado que los
docentes sean competentes, y que elijan este trabajo por vocación, para que se
involucren con los niños/as, también la competencia del centro y por último de
la participación de la familia en el proceso educativo de sus hijos/as.
Una de las frases que
más me ha gustado del artículo y he de resaltar ha sido: “Que tu escuela sea mejor porque tú estás trabajando en
ella”.
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